#11
#23
Las dunas van y vienen
pero no se mueve el desierto.
Cuál es el límite de tu generosidad
cuando resuena en mi boca
el gong de tus puntos suspensivos.
Aunque sean de hace cuanto
los placeres, escribirte...
placer es escribirte...
Las flores de tu ramo brotaron de mi arena.
Cuál es el mío
cuando planto en su folio
nieves vírgenes
Los sueños van y vienen
pero no se mueve la vigilia
El sabo de tu lengua salió de mi prepucio,
así de despreciable soy.
#24
Puesto mi precio,
no hay quien me compre, no lo hay.
Igual que compran maletas que tienen un viaje
leen poemas que tienen una lectura.
#25
-Dicen que ha vuelto a llorar;
a beber como un cabro chico;
a pincharse
con el color azul, con el infinito.
Qué gusto...
Me bebo el vaso de ginebra
y libero a las bestias
que brincan en mi pradera morada.
Las dunas van y vienen
pero no se mueve el desierto.
Cuál es el límite de tu generosidad
cuando resuena en mi boca
el gong de tus puntos suspensivos.
Aunque sean de hace cuanto
los placeres, escribirte...
placer es escribirte...
Las flores de tu ramo brotaron de mi arena.
Cuál es el mío
cuando planto en su folio
nieves vírgenes
Los sueños van y vienen
pero no se mueve la vigilia
El sabo de tu lengua salió de mi prepucio,
así de despreciable soy.
#24
Puesto mi precio,
no hay quien me compre, no lo hay.
Igual que compran maletas que tienen un viaje
leen poemas que tienen una lectura.
#25
-Dicen que ha vuelto a llorar;
a beber como un cabro chico;
a pincharse
con el color azul, con el infinito.
Qué gusto...
Me bebo el vaso de ginebra
y libero a las bestias
que brincan en mi pradera morada.
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