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Mostrando entradas de agosto, 2019

ÍNDICE

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#1

#1 Te recito como un punky de voz ronca. De tanto limar me voy a quedar sin dedos llevándote del desdén al llanto. Unas veces vendemotos, otras filósofo, me asomo al corazón que emerge de tu coño. Cómo no me voy a quedar hasta las tantas cuando me dices que no te llega el pase; a beber rápido pa' que haga efecto luego, a darle al verbo el efecto justo pa' que te caiga en el pie. El tiempo no existe; con el tiempo lo he aprendido.

#2

#2 ¿Recuerdas esos besos que nos dábamos cuando no nos conocíamos... entrechocábamos los dientes en ese amor cargado de nervios. ¿Y ese improvisado tálamo en donde me hiciste tuyo y como siempre terminé borracho... -esa vez de bourbon-. ¿Mis viajes a Saturno mientras balbuceaba esencias y vociferaba magias por la ventana... ¿Tú haciéndome de Luna, elevando mis mareas, levantándome la polla con la fuerza sola de tu mirada salvaje... Me cortaría hasta los versos si eso sirviera, para sentir de nuevo aquello, para vivirlo de nuevo contigo.

#3

#3 Llueves sobre mi cami y me hundo en tu cuerpo. Huele a semen. Rueda el círculo y avanzo, se estrecha y ensancha según cuanto bebo pero siempre anda por ahí y me lo llevo a la boca ansioso como te llevo a mi boca. Suelto el pase a bocajarro. #4 Cuando le digas a tu amigo poeta que me conoces, que me lea, dile antes que pego más fuerte; que soy mejor follando; que mis versos son ingrávidos aunque me pesen en el pecho. Te lo suplico, por favor, díselo; por aquello de la testosterona que te dije hace tan poco. #5 Me drogo pa' comerme tanto lodo. Si a veces soy crudo es porque estoy hecho de carne; porque todos mis símbolos de barro se rompen cuando me lees igual que hacen nuestros ojos. Ofrendo el poema a quemarropa y huele a quemado la cami porque sale de donde ya tú sabes, cariño. Pero tú me apagas el fuego que duele y llueves sobre mi cami.

#4

#6 Yo solo quería decirte lo que escribí, lo lió todo la mezcla de mierdas y alcoholes. Entonces me dijiste que no aquella noche y se me cayeron tos' los cristales... en fin... Me levanté en mil pedazos, saludé a los soles recién salíos de tu boca y después me hundí en eso borroso y el agua del frenesí, pa' que me sacaran agarrao del cogote. Y llegá rascarte la madera como un perro; a restregarme en tus manos como un gato en celo. Fui pasao de vueltas al borde de tu cama, con la palabra linda y la voz narcotizada, sin embargo, m'echaste, m'echaste de mi cuerpo. Y fui tuyo de nuevo al hacerlo en la mañana.

#5

#7 Lanzado a los cielos de joven. Como un satélite, orbito la atmosfera de mi tierra pa' pasar siempre por los mismos puntos y plegarme a la plegaria de tu piel. #8 Puesto siempre de lo mismo. Adormezco mis nervios por instinto, me bebo el Larios a palo seco y me invitan al siguiente a cambio del golpe de mi verbo. Lástima que ha pasado el tiempo y que mañana trabajo y que ahora me toca a mí pagarme los vicios. Lástima que la poesía no llena los bolsillos y tampoco los estómagos. #9 Eres lo mejor de mí desd'hace tiempo, aunque no sepa cuanto. Esta vez triunfo y te me bebes, soy un glaçó derretío entre tus labios, el gemir de tu boca. Por ahí me escapo igual que un niño escapa del tedio adulto, por debajo de la mesa; pero solo hay patas mientras gateo vida abajo y cómplices cruzamos las miradas; pero solo hay patas mientras aprendo a escribir sin manos; con un corazón en la llaga y con el otro entre tus labios.

#6

#10 Mientras el mundo anda oliendo flores sintéticas parece que la tendencia más seguida en la poesía sea escribir mal. Me parto el pecho tanto cuando les veo hacer fila pa' ser el que mejor escribe. -Tú y yo sabemos que no funciona así- Están haciéndose unas selfies pa' subirlas a instagram. #11 Después de tanto tiempo desde mi despegue veo que he dejado atrás planetas, soles, galaxias, universos; que fui el niñato que os dejó la cara pintada, sin quererlo, y eso duele. Me os meo demasiado haciendo el trabajo sucio y metiendo el gol #12 Ahora que todo sabe a pan pienso en volver a aquel momento. Te hablo de aquel tiempo en el que mi palabra era poder y mi poder llegaba lejos; de la época en la que solo era un joven de verbo caliente y chorreante, cuando la vida estaba acolchada y yo discernía las hebras que atan al mundo por abajo; de los días en los que salía a la calle con una coraza de puros pétalos y mis rosas eran inextinguibles

#7

#13 Me rindo. Yo que he sido Alejandro, Tristán, Eneas, Luke; que he hecho de canalla pa' meterme entre tus piernas; que he hecho de Han Solo pa' que fueras tú mi Leia. Claudico mis poemas perreando. Pero solo perreando solo contigo. #14 ...es el espacio de mi cielo el espacio exacto entre tus manos... #15 Quién sabe cómo me haré nube. Si llegaré allá abajo galopando, hasta las cejas de una droga nueva; si lo haré cortado por mis manos y poemas. Ojalá sea lo bastante listo para hacerlo, cerca tuyo, cuando viejos.

#8

#16 Era el rey del hipérbato, viciao del soneto, joven promesa en el patio del colegio. Lo que hacía era un escándalo hasta que me pegaron un patadón en medio'el pecho. Le daba 20 vueltas a tol' resto. Driblaba lo infranqueable hasta que me sacaron a la fuerza la muela de la inocencia y empecé a llorar con el ruido de un motor cansado #17 Hace rato que sabemos que si te traigo flores es porque las corté. Por más que me emborrache soy de agua y me desparramo sin remedio igual que hacen los colgados. Qué le voy a hacer. #18 Con el tiempo he entendido lo de tus celos... No hay tantos poetas jóvenes y aún menos que estén tan buenos. Con el tiempo he cerrado el círculo... Los caminos del cerebro no están hechos de sustancias si soy el dueño del peaje. Ahora que me queda lozanía llego como el hijo pródigo de vuelta de la luna.

#9

#19 He dejado pedazos de mí en el pasado... Me poso en las superficies igual que el polen. Caducó mi magia cuando lo metí dentro, el semen de mi polisemia.. pero qué felices estábamos. Dejamos en aquel piso un hechizo líquido #20 Centrifugo otro verso y me voy a tenderlo. Me desnuco con el corazón encerrado en la cansina jaula de la abulia. Cuánto tardaré en decir de éstos qué tiempos... #21 (a Xavi Puig) Mi mejor lector se mató yonki y sin pasta. Se cortó con los bordes del cauce, era un mendigo del Dharma. Él lo sabía desde que íbamos a clase. Si vas por allí arriba pásale mi enlace. Dile que me debe unos cubatas, que lloré igual que un niño en sus funerales que aquel día el cielo babeaba. Dale mil gracias y mil disculpas por aquellas noches y aquellas tardes, por el hachís y por el jazz. Dile que me guarde un buen sitio y una voll damm, -¡y una botella de jágger!- para el día en el que suba a ver cómo este mundo hijoputa arde.

#10

#22 (a Safo) Qué aburrimiento somos, semen, hombres. Ni fuimos magos, ni videntes, nada... resbaladizos por el mármol, medio. Agua de flores. El tiempo pasa sin perdón y estás. Hace tantísimo y aún lates fuerte tras la coraza, tras el cora seco. Safo, soy tuyo Sólo casado por tu voz y verbo, yo fui el pirata del birreme, punky, náufrago loco de tu cala indómita. Safo, fui coño. Fuiste la Gea prima; Keny Arkana; Gata Cattana; Nina Hagen; Fitzgerald, Amy; Anita; Rosalía, Janis. Quién fuera óvulo. Y vuelvo, lloro niño, yambo simple, cuando me encuentro en las espumas dulces de mi mujer y me sé tonto. Soy solo restos. El buque hueco que flota en tus aguas insondables.

#11

#23 Las dunas van y vienen pero no se mueve el desierto. Cuál es el límite de tu generosidad cuando resuena en mi boca el gong de tus puntos suspensivos. Aunque sean de hace cuanto los placeres, escribirte... placer es escribirte... Las flores de tu ramo brotaron de mi arena. Cuál es el mío cuando planto en su folio nieves vírgenes Los sueños van y vienen pero no se mueve la vigilia El sabo de tu lengua salió de mi prepucio, así de despreciable soy. #24 Puesto mi precio, no hay quien me compre, no lo hay. Igual que compran maletas que tienen un viaje leen poemas que tienen una  lectura. #25 -Dicen que ha vuelto a llorar; a beber como un cabro chico; a pincharse con el color azul, con el infinito. Qué gusto... Me bebo el vaso de ginebra y libero a las bestias que brincan en mi pradera morada.

#12

#26 Yo solo daba para hablar de mí y mis circunstancias, antes de ser un lucero al costado de tu cuerpo. Lo estropeé todo el día que bajaste del cielo, Luna maltratada, por un cacho de carne que todavía traigo a cuestas. Pero de eso hace tanto tiempo ahora. Ahora que tú ya no eres Luna y yo no soy Orfeo. #27 Camino contigo por la calle y es de noche. Y me hablas de la sangre y te hablo del deseo. El tiempo no perdona aunque sea la luz entre tus dedos, aunque disimulemos. Cicatrizados juntos. ¿Lo recuerdas? Nos corríamos en bytes fecundos y hoy andamos por las mismas calles. Qué mejor poema...

#13

#28 Escribía muy bonito hasta cuando no decía nada, hasta escribiendo a la fuerza el peor de tos' mis versos. Especialista en aquello de la paja del poema, he currao hasta los callos para haceros bien felices. He subido hasta la cumbre, me he desecho como hielo y ahora estoy en el camino, viendo cómo se fatigan por tener lo que yo tengo. Como agua en lo alto de la cresta, pero elijo a qué vertiente hago cauce. Soy el puto amo de las dos caras de la moneda. #29 Sigo esquivando zarpas; bailando en la cocina con el cuchillo en la mano; haciéndote un sofrito que es de pura cebolla Cuando salgas a la calle, después del silencio, verás que mis poemas no se leen, que mis poemas se hablan; que voy camino de volver a estar en el estadio de aquel niño que bailaba con la música del súper.

#14

#30 Tres cuartos de su gol eran mi pase. Celebran el laurel y me lo ponen en la frente. Cincuenta y pico metros a su pie. Sacado por los hombros, Arriba'el cesped, en el cielo. Dejado frente al arco, sin portero. Recorto a la derecha mientras le miro las ideas y suelto el verso al hueco, gol mascado. Bastó con empujarla. #31 Qué gusto cuando te fuiste lamiéndome el poste. Con los años corro menos aunque me mantenga. Aún tengo el toque, la pegada, la visión, por algo soy el 10  y defiendo si me place; si hago de 9 tengo el olfato y si hago de 6 todo lo dirijo. Qué gusto cuando me quitaste los números del pecho y me lo hiciste suave como nunca. #32 Cual cónsul triunfador entro en tu cuerpo, vestido de luna, a contrasol. Me agarro a tu pelo y ato mis dedos, tus curvas vienen, me miran y vencen. Me quedo sin aliento, nuevamente. Nuevamente entre tus brazos y vencido por tus piernas.

#15

#33 Qué rico estaba el fuet que me sirvió aquella mujer. Qué fría la cerveza a esas alturas de la noche. Quería tanto que folláramos entonces. #34 El mar sonó de fondo, un agua recorriéndonos por dentro. Tu beso me quitó el sabor a plástico de la boca. Solté las lágrimas del miedo por los labios, diciendo lo que fuimos hasta que m'agarraste por banda y pusiste firme -¡SOMOS!- y metiste dentro. Qué fría, pero que rico.

#16

#35 Y sigo hasta las tantas -cómo no- si no te llega el pase. La espuma indiferente del sofá latía, hecha hilachas. Era el cora muerto, el músculo tenso. Latía bajo tus manos desterrado, lejos de tus tiempos. Le puse muros a la nostalgia y a los polvos; a los deseos y los vasos; con tal de redimirme ante tus ojos; de llegar hasta tus bordes y que me sonrieras con tus labios; follaras con los mismos. #36 El día era tan de mierda que ni los pájaros cantaban... Ni se desperezaba nuestra gata... Ni el Sol había salido...

#17

#37 Es tan grande la tentación... tan grande la potencia de mis labios mientras os hablo de lo que solo ven mis pupilas ¡Más todavía! cuando todos vemos la misma mierda. Me pesa más incluso que tu boca en esos días en los que se compinchan. Qué cruz la de mi espalda. #38 Rézame como a un granuja santo. Dame plata, dame besos, dame tragos, dame todo que me lo quedo y me voy contigo, contigo de nuevo. Riámonos. Riámonos de las moscas que se pelean por la mierda vestidas de mariposas. Riámonos de las vacas que la cagan. Estemos preparados que ya llegará nuestro momento.

#18

#39 Qué voy a hacer si uso más pronombres de los debidos, si a punta de pistola se adueñan de ellos y toman su sentido y retuercen mis pulsiones. Ojalá mi lengua fuera franca; mi boca, honesta; mis dientes, blancos... y yo no pudiera sustituirte... #40 ¡Una pared! ...y...  la meto. ¡Salgo del dribbling ! ...y... la meto. Me hacen falta y la meto. Me desmarco y la meto. Ya sabes que soy mucho de meterla. pero solo en una portería, la de la derecha. Ni se dan cuenta y estoy en el córner, de brazos abiertos, señalando el dorsal de mi espalda. #41 Tenía la navaja en la mano hasta que llegó tu voz, mi bat-woman. Pasé de santo del asfalto a batboy, de incólume villano a toyboy, sin cortapisas. Ojalá tú fueras tú para tos'.

#19

#42 Cómo iba a mostrarlo... si lloraba mientras lo escribía. Cómo no iba a mostrarlo... si lloraba mientras lo escribía. Somos la prole del desasosiego. #43 Me estaba haciendo una paja y le curé la voz de posverdades con mi esperma; por dos monedas y un bocata frío, que hoy en día na'es gratis. #44 Vendí mi palabra solo para comparte un buen cielo. Si tú me dices que lo caliente, lo caliento y me vuelvo el microondas encendido en la cocina, con las luces apagadas, dándole vueltas al poema pa' tu boca. Cantando Madonna mientras les vendo la maleta.

#20

#45 Tu madre puso ketchup a mi salsa boloñesa, y tú l'has puesto mayonesa. Y yo te miro con lascivia mientras relamo el tenedor como te lamo en nuestra cama. Eso me pasa por beber... bebiendo birra antes bebiendo birra durante bebiendo birra después. #46 Ya no nos queda respiro... Si hasta los bancos se pusieron a escribir poemas pa darte una hipoteca y que tú elijas la medida del castigo. Ya no nos queda retiro... Si hasta los árboles florecen sin que sea primavera y sueltan su corteza pa que les den un poco de cariño. Desmonto mi esperanza y te la entrego, completa, a sabiendas de mis topes, mis límites y deudas impagables. Y vuelvo al mismo sitio igual de ciego, sin plata, esperando que m'arropes la piel d'este dolor imponderable.

#21

#47 Empieza otro día y sigue los mismos ritmos. Me miran y señalan, me llaman Sísifo y cargo tu piel sobre la mía. Tus pantys de satén me quitan el aliento y te acaricio los pies en el sofá buscando el aire entre tus muslos imperiales. Empujo cuesta arriba deseos, penas, triunfos y le sonrío al mundo. Tus sombras se tensan mientras levanto tus piernas y gimes en mi boca igual que canta un cisne moribundo. #48 Se me caen las piedras de la boca y con ellas hago el camino que herirá mis suelas mañana. El fango se mete en las ranuras y deja manchas entre mis dientes. Escupo sangre que no es mía y el cielo se me cae encima llevándome al principio y vuelvo a escupir y vuelvo a cargar. Igual que vuelvo al mismo sitio pero con otro cuerpo.

#22

#49 Esta adicción a la muerte, es quien me lleva hasta el verso, es el aprecio a la vida, quien me hace titubear cuando viene la palabra y feliz salto en el lagar y caigo en la uva justa  y espachurro otro universo. Me trago el jugo con ansia para ver otro reverso, lo miro con la esperanza de descubrir mi lugar aunque sé que solo un trozo más de mí dejaré en él; que mis pies fangosos manchan el suelo de este edén Quito el sol de tos' mi cielos y pongo ahí mi pesar. Me da la luz necesaria pa' discernir mis fragmentos y los estiro y deformo y hago de ellos filigranas. Me machacan sin piedad los ideales y los escrúpulos y en un esfuerzo sisífico, casi sin convencimiento, los reconstruyo completos y me levanto con alas.

#23

#50 No sé. Como que... podría ser mejor de lo que soy. Es lo nuestro un juego en donde siempre ganas. Juegas con la ventaja de saber que les puedo; que ganaré sin lugar a dudas. -Bieninterprétame- #51 Están vendiendo ebooks, -sus malos ebooks, autopublicados- por amazon. Andan metidos en las sombras de su ombligo y se comen las pelusas y desgranan sus delicias. Ofrecen unos hilos sudorosos como si se tratara de ambrosía. ¡Y hay quien los prueba! Y aún así, les lavo los yambos con anfibráquico dolor. Ésos son los límites exiguos de mis manos abiertas. #52 Instalado en la barbarie, me iba igual que se iba el agua al mar y me contuviste. Quién tuviera la pasta pa' subir a nacer contigo, hermana. De momento, bajamos a morir, y -joder niña- me tienes loquito perdido, de lunes a domingo, 24/7.

#24

#53 Cómo voy a escribir desde una torre de marfil si vivo en un piso de 30 metruchos y tengo que ir sumando los precios de lo que tiro al carro antes de llegar a caja. Bajo su peán de la peana igual que después de mear bajo la tapa del váter. #54 -Dicen que ha vuelto a comer igual que un hombre joven. Me desplazo haciendo eses, por eso de ser ambiguo. Y en eso del tornasol abrazo a un átomo como a un hermano y dibujo una constelación con mis cantos... #55 Están haciendo poemas de lo que hablan en la tele, normal que nadie se los crea. Y les entrego versos, cantos, poemas; gotas, lluvias, tormentas. Parece que se me entiende demasiado, que se me ve venir de lejos. No en vano me llaman el poeta poligonero.

#25

#56 Soy duro pero frágil, y me rompo igual que la pasta seca cuando choco contra las baldosas Se me salen los ojos de las cuencas. Se me desbordan las aguas de los cauces y mancho la vitro. Tiro del carro cuando toca hacerlo. Me cargo el equipo a la espalda y por la costumbre no me pesa, aunque sepa qué me merezco; que me merezco a los mejores a mi lado; que no soy de los que suma, soy de los que multiplica. #57 Me quemo en forma de ramas y conformo su círculo. Ennegrezco los bordes de tu magia y mitad ceniza, mitad agua, me reseco en un líquido consuelo. #58 Me la comen de canto. Nos abren la nariz pronto, a hostias; después nos rompen el tabique a mazazos y respirar todo lo cambia. Ponme a hervir y me pondré blandito para ti

#26

#59 Vestido de lino hago mío lo que m'es propio, me plancho la camisa con las manos. Empujo la noche con mis piernas y las manchas celestes en mis pantacas negros me dan un aire divino mientras piso la arena húmeda de mi nueva conquista. #60 Se meten de todo. Se les caen las palabras entre los dientes que les faltan, la pituita de los tweets. Todos tenemos un Dean Moriarty que cuchichea en nuestro hombro; un chamán de Montecristo que nos recita una venganza; un mal genio sin deseos disponibles y un arcángel de la guarda sin sable ardiente. #61 He pisado tantas veces estos campos que los conozco como la palma de mi mano. Pruebo su polvo cuando me interesa y me zafo de mi calavera y del sol abrasador. Alumbro la umbría de mis bolsas y rasco la suciedad de mis eléctricos impulsos.

#27

#62 Tengo a dos tigres por caballos y arrastran mi carro por el fango, por el fuego; por Old York y por Venecia. Las rayas de su pelaje relumbran con el alcohol bajo los rayos del sol igual q'hace el oleaje. #63 Iridescen mis ojos mientras desciendo entre tus piernas como un Faetonte, aunque tú me des la fuerza. Y termino manufacturando cisnes, llorando ámbar opalescente empapado de tu lluvia anisada. #64 Rompo el obturador a posta y me entrego sin medidas; a veces nítido y a veces trepidado... Resbalo por los baños del mundo como el semen y me apaciguo en el algodón; todavía veo el empedrado del jazz en la ciudad y corro por él hasta quedarme sin aliento.

#28

#65 Pasan los minutos en forma de poema y me desbaterizo. Me desbaterizo mientras pasan los minutos y escarcho tu vientre con mi azúcar. Aún recuerdo aquella noche, cuando parece que dije quererte en latín. #66 Rasco el suelo con mi suela y escucho el augurio del alambre. Sigo soñando con lava, pa' caer en el frío de la manta y en el calor de la mañana; en el escalofrío del cojín en el cuello. Magifico las perchas maltratadas y se cuelgan solas formando la figura exacta del desencanto, tintineando un hechizo que habla de droga y desdén.

#29

#67 Bajamos a toda pastilla por la calle más rica de la ciudad más pobres que nunca. El poema en ámbar y acelero. Miro a todos los lados, en un ojo tengo un mazo y en el otro un cincel, mientras paranoide veo cosas brotando de los rincones: gusanos triangulares, palomas compinchadas, charcos geométricos... Y no me rindo, aunque a veces no sepa qué felino ser. #68 Habla firme. Sé eficaz. Da la mano si te la ofrecen -me la seco con el bolso antes-. -Bueno, dime. Véndete. Aunque todo depende del prisma no tó depende del prisma. Lo que escriben no les gusta ni a su mami. Soy de la generación a la que el asco le pilló a destiempo.

#30

#69 Ahora que tengo. Sé cómo obtuve ron y tripulación; dónde encontraré el caballo y el cielo; cuándo comer carne y en qué ángulo aullarle a la Luna. He cristalizado lágrimas de todos los colores. #70 (a Daniel Gállego) Un té amargo nos manchó las aguas. Lo probamos a sorbos y ahora nos lo bebemos a tragos. Fue un pacto tácito entre indios metropolitanos, un trapicheo codificado en el metalenguaje de nuestro recuerdo. Me unto y acuchillo con ese veneno como canal primario de nuestro amor. #71 Con la tribu herida se me caen los pétalos azules de los ojos, los puños de las manos. Me tumbo al sol. Y me dedico a enterrar relojes en la arena con mis uñas de luz.